sábado, 9 de febrero de 2008

¿Por qué perderá el PP? ^ ^


En todos los países democráticos las principales opciones de gobierno son dos: un gran partido o alianza de centroderecha y un gran partido o coalición de centroizquierda. Esas opciones suelen cubrir un amplio espacio ideológico y sociológico que les es disputado, respectivamente, por fuerzas situadas a su derecha y a su izquierda.

Esas dos grandes opciones de gobierno compiten por un importante espacio central y reclaman el voto útil de las fuerzas que dicen situarse en sus flancos derecho e izquierdo, respectivamente.

En la labor de convencer a los indecisos es trascendental la valoración de la gestión del gobierno saliente, la apreciación de la labor de la oposición y la solidez y coherencia de ambas ofertas electorales. Los electores asimismo valoran el talante y moderación de quienes reclaman su apoyo. Los partidos que se sitúan más en los extremos se ofrecen como complementos a esas dos grandes fuerzas para condicionar su futura acción de gobierno en caso de ganar.

Todos los países necesitan de partidos que recojan todo el espectro de sensibilidades. Y lo necesita también el conjunto del sistema político para dar las respuestas adecuadas en cada momento y mantener la propia funcionalidad y equilibrio de las instituciones.

En España la situación se presenta algo más compleja puesto que en el caso del PSOE se cumplen las condiciones de un centroizquierda moderno y dialogante, mientras el PP es un centroderecha que vive desde hace tiempo un proceso de radicalización que le ha sometido a los dictados de los sectores más rancios y extremistas de la derecha española. En el caso español, lamentablemente, el PP, que supo recoger en su momento la herencia de UCD y el CDS uniéndola a la de AP, ha ido apartando progresivamente de su núcleo decisorio a los sectores más templados. Se pueden poner nombres: Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, Josep Piqué, Jaume Matas, los diputados Calomarde y López Medel y, más recientemente, Gallardón.

En efecto, el PP lleva 15 años escorándose a la derecha, y tras la designación «digital» de Rajoy como sucesor de Aznar, la continuidad del núcleo duro del expresidente (Acebes y Zaplana), la asunción de los postulados ideológicos de la FAES (liderada por Aznar) y la asunción acrítica de las consignas de radiopredicadores y tertulianos que se distinguen por su radicalidad e intolerancia, no representa ya una fuerza de centroderecha europea moderna que pueda dar respuesta los sectores centrales que exigen una moderación y un talante que el PP ya no exhibe. Este PP no puede representar a quienes habitualmente deciden quien gana unas elecciones y quien gobierna un país.

El PP perderá porque a muchos ya no les parece un partido de centro. Y, lamentablemente, no lo es. Sólo cuando haya perdido nuevamente las elecciones y aprenda de sus errores podrá recuperar su condición de partido de centroderecha y, con ello, sus posibilidades de ganar las elecciones y de gobernar en el futuro.

Miquel Iceta
Viceprimer Secretario del PSC
TRIBUNA ABIERTA

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