domingo, 10 de febrero de 2008

^ ^ PAZ ^ ^ defender la alegria




Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas

defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría

Mario Benedetti

sábado, 9 de febrero de 2008

¿Por qué perderá el PP? ^ ^


En todos los países democráticos las principales opciones de gobierno son dos: un gran partido o alianza de centroderecha y un gran partido o coalición de centroizquierda. Esas opciones suelen cubrir un amplio espacio ideológico y sociológico que les es disputado, respectivamente, por fuerzas situadas a su derecha y a su izquierda.

Esas dos grandes opciones de gobierno compiten por un importante espacio central y reclaman el voto útil de las fuerzas que dicen situarse en sus flancos derecho e izquierdo, respectivamente.

En la labor de convencer a los indecisos es trascendental la valoración de la gestión del gobierno saliente, la apreciación de la labor de la oposición y la solidez y coherencia de ambas ofertas electorales. Los electores asimismo valoran el talante y moderación de quienes reclaman su apoyo. Los partidos que se sitúan más en los extremos se ofrecen como complementos a esas dos grandes fuerzas para condicionar su futura acción de gobierno en caso de ganar.

Todos los países necesitan de partidos que recojan todo el espectro de sensibilidades. Y lo necesita también el conjunto del sistema político para dar las respuestas adecuadas en cada momento y mantener la propia funcionalidad y equilibrio de las instituciones.

En España la situación se presenta algo más compleja puesto que en el caso del PSOE se cumplen las condiciones de un centroizquierda moderno y dialogante, mientras el PP es un centroderecha que vive desde hace tiempo un proceso de radicalización que le ha sometido a los dictados de los sectores más rancios y extremistas de la derecha española. En el caso español, lamentablemente, el PP, que supo recoger en su momento la herencia de UCD y el CDS uniéndola a la de AP, ha ido apartando progresivamente de su núcleo decisorio a los sectores más templados. Se pueden poner nombres: Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, Josep Piqué, Jaume Matas, los diputados Calomarde y López Medel y, más recientemente, Gallardón.

En efecto, el PP lleva 15 años escorándose a la derecha, y tras la designación «digital» de Rajoy como sucesor de Aznar, la continuidad del núcleo duro del expresidente (Acebes y Zaplana), la asunción de los postulados ideológicos de la FAES (liderada por Aznar) y la asunción acrítica de las consignas de radiopredicadores y tertulianos que se distinguen por su radicalidad e intolerancia, no representa ya una fuerza de centroderecha europea moderna que pueda dar respuesta los sectores centrales que exigen una moderación y un talante que el PP ya no exhibe. Este PP no puede representar a quienes habitualmente deciden quien gana unas elecciones y quien gobierna un país.

El PP perderá porque a muchos ya no les parece un partido de centro. Y, lamentablemente, no lo es. Sólo cuando haya perdido nuevamente las elecciones y aprenda de sus errores podrá recuperar su condición de partido de centroderecha y, con ello, sus posibilidades de ganar las elecciones y de gobernar en el futuro.

Miquel Iceta
Viceprimer Secretario del PSC
TRIBUNA ABIERTA

¿Tambíén quitará el PP el velo a las monjas"

IU: "¿También quitará el PP el velo a las monjas?"
AGENCIAS - Madrid - 09/02/2008

Gaspar Llamazares, coordinador general de Izquierda Unida, no sólo arremetió ayer contra la propuesta "racista, clasista e islamófoba" del PP de obligar a los inmigrantes a firmar un contrato de inmigración. También atacó el plan de Mariano Rajoy de regular el uso del velo. "Me pregunto si Rajoy quiere quitar el velo solamente a la persona que tenga una religión islámica o también se lo va a quitar a las monjas en este país. Me pregunto si ese decreto incluye a las monjas, que llevan velo y lo llevan en algunos casos dentro de las escuelas, donde forman a los alumnos", planteó.

Durante un desayuno con el Círculo de Corresponsales Extranjeros acreditados en España, Llamazares indicó que la "reacción islamófoba" que aparece en ese "contrato de servidumbre" tiene también un "tufillo nacional católico al que le repugna todo lo que sea diversidad y pluralidad religiosa. Es como clásicamente trata la derecha a los inmigrantes, con muchos deberes y pocos derechos".


El coordinador general de IU cree que las propuestas del PP buscan "fidelizar el voto de la extrema derecha" y añadió que "el discurso racista o discriminatorio es muy querido por el PP".